Buen comienzo de
año. Nada más empezar 2017, los días 20, 21 y 22 de enero, vamos a
llevar a cabo un retiro de meditación zen (sesshin) en la Casa de
Oración Haitzur en Egino (Alava).
La sesshin será dirigida por el Maestro Zen Luc Boussard.
La llegada está prevista para el día 19 a la tarde noche y la salida para el día 22 despues del desayuno y la recogida.
Para la práctica
necesitarás llevar un zafu (cojín de meditación), aunque si no tienes
uno te lo prestamos nosotros. También recomendamos llevar ropa amplia y
cómoda, así como un cuenco, cubiertos y servilleta.
Existen dos
posibilidades de alojamiento: Albergue o habitación individual. El
precio en albergue es de 100 € y en habitación individual 135 €. El
precio incluye la enseñanza, la práctica, las comidas y el alojamiento
del 19 al 22 incluído.
Si deseas
participar en esta sesshin, inscribirte o ampliar información, por
favor, llámanos a cualquiera de los siguientes teléfonos: 686 315 001 ó
620 66 38 28. También puedes enviarnos un correo electrónico a dojozendebilbao@gmail.com
Este retiro de meditación está organizado por el Dojo Zen de Bilbao ( www.zenbilbao.com)
EL MAESTRO LUC BOUSSARD
Luc Boussard, fue
discípulo del maestro zen Taisen Deshimaru, al que siguió hasta su
fallecimiento y por quien fue ordenado monje zen.
En el año 2012, recibió la certificación y reconocimiento como maestro zen (siho), del maestro Philippe Reiryu Coupey.
Luc Boussard, es
cofundador del proyecto "Zen Solo Sentarse". Dirige el Dojo de "Die" en
Francia y la Asociación Zen de "Este en Oeste". Así mismo, el maestro
Boussard es editor (Deuxversants) y escritor ("Peregrinaje a los
Maestros eminentes", "Comentarios a Uji-el Ser Tiempo de Dogen",
"Hokyozanmai", etc...).
Luc Boussard dirige retiros de meditación zen y campos de verano, tanto en Paris como en otros lugares de toda Europa.
ZEN SOLO SENTARSE
Plataforma internacional de colaboración de practicantes zen según la práctica y enseñanzas del maestro Taisen Deshimaru
13.12.16
29.9.16
23.7.16
FOTOS SESSHIN ARACENA 2016
Unas cuantas fotos de la sesshin que tuvo lugar en la Sierra de Aracena (Huelva), el pasado mes de Julio de 2016, y que fue dirigida por el Maestro Alonso Tai Kai Ufano.
(Alonso Tai Kai, fue reconocido como Maestro Zen, en Marzo de 2016, en Egino, por el Maestro Zen Roland Yuno Rech.)
(Alonso Tai Kai, fue reconocido como Maestro Zen, en Marzo de 2016, en Egino, por el Maestro Zen Roland Yuno Rech.)
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14.5.16
7.4.16
RETIRO ZEN EN VERANO 2016
Retiro de
meditación Zen del 11 al 17 de Julio de 2016, en la Sierra de Aracena
(El Castaño del Robledo). Organizada por la Asociación Zen de Andalucía y
dirigida por el Monje Zen Alonso Taikai Ufano, discípulo del maestro
Taisen Deshimaru.
Más información en zensevilla.com
Reservas en los teléfonos: 686 315 001 - 654 956 433 y 601 363 739.
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1.4.16
SESSHIN DE INVIERNO 2016
SESSHIN DE INVIERNO
LUC BOUSSARD
EGINO 29/01/16 –
31/01/16
1 er. ZAZEN , Viernes
29, 7 horas
En esta sesshin voy a comentar un capítulo del Shobogenzo que
se llama Yui butsu yo butsu: Sólo Buda conoce a Buda.
Bien entendido que se trata de zazen, de una experiencia
íntima de la postura. Del cuerpo-mente de zazen . En este texto Dogen nos da
dos grandes enseñanzas. La primera es que nuestro yo verdadero es el universo
entero y la segunda es que esta evidencia sólo es conocida por Buda. El hombre
ordinario no tiene acceso a ella.
“Sólo Buda conoce a
Buda”: Nuestro ser profundo no puede ser atrapado por el ego. La
experiencia íntima del despertar, de nuestra naturaleza profunda, de la
condición original no depende del conocimiento. Surge del ser. Nuestra naturaleza
profunda, nuestro verdadero yo es el universo entero. Pero sólo Buda lo sabe.
Es la dimensión de nosotros mismos que no podemos alcanzar.
Por ello en zazen
dejamos descansar todas nuestras facultades: la voluntad, la inteligencia, la
imaginación. Sencillamente estar bien presentes en la postura, darnos a ella
completamente al cien por cien. Y dejar pasar. Sencillamente respirar bien. De
arriba abajo, de abajo a arriba. Dejar que nuestro cuerpo encuentre el justo
tono. La columna vertebral bien estirada: ¡Estiradla!
Poned energía en la parte baja de la espalda. Empujad el
cielo con la coronilla, relajad los hombros, relajad el vientre. Relajad las
tensiones que podamos tener en las piernas, los tobillos, los muslos. Mantened
un buen contacto entre los pulgares. Poned el canto de las manos contra el
abdomen. La nuca bien estirada. Los ojos semicerrados y los músculos de la cara
distendidos. La boca cerrada, los dientes se tocan, pero no hay tensión en las
mandíbulas. La lengua descansa contra el paladar. La respiración es amplia,
fluida, profunda. Al final de la espiración, toda la energía, el aliento vital
están concentrados en el hara, bajo
el ombligo. Y sentimos una expansión en la zona abdominal.
Sentados en esta intimidad, en esta presencia Buda conoce a
Buda…no hay separación.
2º ZAZEN
Debemos de observar la postura de zazen continuamente, aunque
estemos haciendo zazen desde hace 50 años. La postura de zazen no es algo
rígido, la columna vertebral es como una serpiente que se va irguiendo mientras
tocamos la flauta.
Hace falta que el cuerpo este bien derecho, que no se incline
ni hacia adelante, ni hacia atrás, ni a la derecha ni a la izquierda. Para eso
hace falta que haya una buena sentada sobre el suelo. Que las rodillas estén
bien apoyadas en la tierra, las piernas distendidas y una buena basculación de
la pelvis.
Esto es lo que permite esta buena extensión de la columna
como una serpiente. También hace falta que la nuca esté derecha, la barbilla
recogida, la coronilla empuja hacia el cielo. La barbilla no debe caer sobre el
pecho ni tampoco dirigirse hacia lo alto, es algo muy importante.
Una buena extensión y al mismo tiempo flexibilidad, ligereza.
Todos los puntos de la postura están unidos, son inseparables. La base sobre la
que reposa la postura, es decir, las rodillas, la base de la columna, la
pelvis, la nuca, es la dimensión ascendente. La dimensión descendente es el
soltar. Relajad bien los hombros, haced que las manos estén contra el bajo
vientre, los codos abiertos y procurad un buen contacto entre los pulgares.
Cuando
existe un buen equilibrio entre la dimensión ascendente y la descendente, entre
el estiramiento hacia lo alto y el soltar presa, la respiración puede coger
toda su amplitud, toda su fluidez, toda su profundidad. Puede ir de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, sin bloquearse, sin trabas. Es como una ligera brisa que disipara todas las tensiones que tenemos en el cuerpo y la energía puede concentrarse en el kikai tandem, bajo el ombligo.
Todos estos puntos están unidos indisolublemente. Ocupar al
100% la postura, como he dicho a la mañana, es estar presente en la totalidad
del cuerpo y de la propia respiración.
3er ZAZEN
Solo Buda conoce a Buda, continúo el texto donde he dejado la
última vez que lo he comentado durante zazen:
“La búsqueda del yo verdadero es el destino del
hombre. Pero raro es el que puede ver el verdadero rostro, el verdadero yo. Sólo
lo puede Buda. Los que no conocen a Buda consideran que no es el yo como el yo.
Lo que Buda llama el yo, no es otra cosa que el universo entero”
Esta frase resume toda la enseñanza de este capítulo del
Shobogenzo. Nuestro verdadero yo no es otro que el universo entero, pero esta
verdad, esta evidencia, sólo Buda puede acceder a ella. El yo individual, el
pequeño ego, se identifica con lo que no es él mismo, su propia budeidad se le
escapa totalmente.
En zazen podemos observar este proceso de identificación. Identificación
con lo que justamente no somos nosotros mismos. Identificación - apropiación de
los pensamientos, de las emociones, de los sueños. En zazen podemos observar
este proceso, y podemos distanciarnos de él, observarlo inconscientemente, sin
juzgar, sin participar. Observar desde el puro espejo del cuerpo-mente de
zazen.
En el linaje del zen al que pertenecemos, los maestros han
insistido siempre, una y otra vez, sobre la confianza que debemos tener en la postura,
bien sea Dogen, bien sea Kodo Sawaki o Deshimaru. La postura es una trilogía
indisociable: Cuerpo, mente y respiración. Tan indisoluble como la trinidad de
los cristianos, el padre, el hijo y el espíritu santo. Y esta trilogía funciona
maravillosamente: el espíritu con el cuerpo coge su justo tono, cuando el
cuerpo coge su justo tono, la respiración se coloca, y cuando la respiración
circula con fluidez de alto en bajo y de bajo en alto, inconscientemente,
naturalmente, automáticamente, la mente se apacigua.
Así el espejo del
cuerpo-mente refleja todos los fenómenos, sin identificación, sin apropiación.
Y nuestro yo puede llegar a ser lo que es, puede volverse el universo entero.
Sin separación, sin encerrarse. Buda conoce a Buda, sin que el ego este ahí
para nada, para cualquier cosa.
4º ZAZEN
La realidad, lo que Dogen llama el universo entero, el orden
cósmico, es tal cual es. Inefable, inasible.
Se conoce a sí mismo desde toda la eternidad, y nos afecta a
nuestros pensamientos, nuestras ilusiones.
No se aferra a nada de esta realidad. Cuando nosotros agarramos a través de
zazen, cuando dejamos a través de zazen de estar prisioneros de nuestros
afectos, entonces se realiza íntimamente, inconscientemente, esta pertenencia
fundamental al universo entero. Mas allá de las ilusiones egòticas.
Cuerpo, mente y respiración. Hay otra trilogía que conocéis
bien: Buda, Dharma y Sangha.
La sangha es la comunidad de practicantes y para que funcione
bien en armonía con el Buda y el Dharma, debemos esforzarnos por armonizar
nuestros comportamientos, sobre todo en los pequeños detalles. Por ejemplo, los
zapatos al entrar al dojo. Hay zapatos dejados en todos los sentidos. El sussho debe decirnos cómo vamos a
decidir colocar nuestros zapatos, la punta hacia el dojo o la punta hacia el
pasillo. Cuando acabe zazen, antes de ir a comer, nos dirá como tenemos que
dejar nuestros zapatos.
Los que no conocen a
Buda consideran que no es el yo como el yo. Lo que Buda llama el yo, no es otra
cosa que el universo entero
En el mismo capítulo un poco antes, Dogen dice: “Cuando hayáis comprendido que el pensamiento
no es necesario, entonces inevitablemente encontrareis la via”.
Es lo mismo pero expresado de otra forma. Encontrar la via,
conocer Buda, es sencillamente dejar de fiarse de nuestros pensamientos, de las
propias intenciones, de las ideas personales. Todos nuestros pensamientos son
inútiles. Es justamente como un velo de humo entre la realidad y nosotros
mismos. No merece la pena poner en vez de malos pensamientos, buenos pensamientos.
Reemplazar pensamientos egoístas por pensamientos generosos, reemplazar los
buenos pensamientos por profundos pensamientos, reemplazar la ilusión por el satori.
Practicar zazen es abandonar todo, desprendernos de todo. No
seleccionar, no elegir. Es lo que se llama cortar el karma. Salir de la ley de
causas y efectos para abrazar plenamente nuestra libertad fundamental. La mente
que no reposa en nada, que no es tributaria de nada, ni del bien ni del mal, ni
de la ilusión ni del satori, ni del antes ni del después.
1er ZAZEN Sábado 30,
7.00 horas
La teoría es preciosa: nuestra verdadera naturaleza no es el
ego, es el universo entero. Todo los que consideramos como nosotros mismos no
es nosotros mismos. Nuestras ideas, nuestras emociones, nuestras intenciones,
miedos, nuestros deseos al margen de nosotros mismos, todo eso no tiene
sustancia, todo eso no existe. Sólo son sueños.
Pero en zazen, en la inmovilidad y el silencio de zazen miles
de miríadas de cosas llegan. Nuestra conciencia se pone a producir montones de
fenómenos. ¿Qué hacer? no podemos negarlos, no existen pero no podemos
negarlos.
El maestro Dogen responde: maku kuanta, no les pongáis obstáculos, no os agitéis. Es la
esencia de zazen. Es un arte muy sutil. Hishiryo.
Pensar sin pensar. Pensar más allá del pensamiento. No alimentar
conscientemente los pensamientos. No alimentar los procesos mentales pero
tampoco obstaculizarlos. Observar inconscientemente y dejar pasar.
Hasta aquí Dogen nos ha explicado que lo que no conoce Buda,
no conoce el yo por el yo, y lo que lo que Buda considera como el yo no es otro
más que el universo entero. Dogen acaba esta frase diciendo: “Bien sea que vosotros los sepáis o no, no
hay universo entero que no sea el yo, no
hay universo entero que no sea vosotros mismos”.
Cuando hablamos del
cosmos, del dharma, del universo entero, es de nosotros mismos de quien
se trata. No hay realidad separada de nosotros. Nosotros formamos parte totalmente
de la realidad y la realidad forma parte totalmente de nosotros. No hay
separación. Con esta frase se termina la primera parte de este capítulo del
Shobogenzo. La primera parte que expone la enseñanza fundamental. A saber “que nuestro yo verdadero es el universo
entero pero que sólo Buda lo sabe”,
A partir de aquí Dogen
se vuelve más concreto, Dogen se dirige a practicantes de la vía, a monjas y
monjes zen y les explica cómo resolver los problemas. A continuación,
En otro tiempo un monje le pregunto a un viejo maestro: “Qué hacer cuando centenas de miles de miríadas de cosas llegan de
repente? El maestro respondió Maku kuanta, no le pongáis obstáculos”.
Quiere decir cuando todas las cosas llegan dejarles que vengan,
no os agitéis, es el camino más corto del dharma de Buda.
2do ZAZEN
Un monje pregunto a un viejo
maestro, qué hacer cuanto centenas de miles de miríadas de cosas llegan de
repente? El maestro respondió; maku kuanta, no las obstaculicéis.
Quiso decir: cuando miríadas de cosas llegan, dejarlas venir,
no os agitéis, es el camino más corto del dharma
del Buda.
Antes de leer este capítulo yo no conocía la expresión maku kuanta, pero conocía una expresión
que el maestro Deshimaru repetía a menudo: maku
myozo, “sin ilusiones”, no os contéis historias. Encuentro que estos dos
maku son la negación, no contarse historias maku
myozo, no pongáis obstáculos maku kuanta.
Resumen bien nuestra practica. No contarse historias, maku myozo, no fabricar
nada, no construirse el satori, no fabricar la sabiduría, no alimentar las
ilusiones.
Pero también maku kuanta:, cuando centenares de miles de miríadas de fenómenos aparecen no
poner obstáculos, es mucho más
importante respirar bien que buscar la forma de controlar el mental. Por ello hishiryo es una forma de pensar
completamente fluida, sin coagulación, sin trabas, como el agua del rio.
Maku kuanta, el maestro Deshimaru lo expresó de
forma muy clara. Sobre todo con una frase que está en el pequeño texto que
hemos traducido y que os voy a leer ahora. Estad bien atentos:
“Que se paren los
pensamientos debe hacerse automáticamente, sin que uno pueda darse cuenta, no
hay que querer detener los pensamientos pues eso también es pensamiento.
Concentraos en vuestra postura, cuando la postura es justa, la tensión muscular
correcta, el subconsciente remonta a la superficie y no hay que tratar de
detenerlo. De esta forma podéis comprender profundamente lo que sois. Y
comprender vuestra vida. Podéis contemplaros como en un espejo pero no penséis
conscientemente, no alimentéis los pensamientos, no rumiéis nada. Dicho de otra
forma es a partir de la conciencia hishiryo, a partir de de esta observación
inconsciente del flujo del subconsciente que aparece y se desarrolla la
sabiduría, la compasión”.
A partir de esa comprensión de uno mismo y no a partir de
nuestras intenciones, nuestros cálculos y así como dice el maestro Deshimaru bonno soku bodai, los bonnos, las ilusiones se transforman en
sabiduría, naturalmente, inconscientemente, automáticamente. Esto es
verdaderamente la via del buda, no merece la pena estar con bellas ideas,
hermosas intenciones.
Estirar la columna vertebral, estirar los riñones. Recoged la
barbilla. Por la postura y la respiración podemos ir más allá de la somnolencia.
Las dificultades que encontramos a lo largo de la sesshin, dificultades de concentración,
de desvanecimientos, de bostezar, de tensiones; lo contrario de la falta de
tono, la flojera, son el signo de una perdida de homeostasis. La homeostasis es
la buena circulación de la energía en el cuerpo, la buena armonía entre el
interior y el interior. Somos absorbidos en nuestra vida cotidiana por nuestros
problemas, por el estrés, por las dificultades y perdemos esta homeostasis. Por
zazen volvemos a la condición normal y el masaje se hace para ayudar esta
vuelta, para animar a nuestra homeostasis hacia el interior de cada uno y
también al interior del grupo, a la homeostasis colectiva, a una buena
circulación de la energía en el dojo.
3er ZAZEN
El sussho ha corregido los dedos del pilar que se encuentra
enfrente de mí y de nuevo los pulgares se le están cayendo en las manos. La
sinergia en el interior del dojo pasa por cada de uno de nosotros. Si cada uno
de nosotros no está atento, puede ser un bloqueo, una huida de la energía.
“Cuando todas las cosas
vienen dejadlas venir, no os agitéis. Es el camino más corto del dharma de Buda”. Y Dogen añade: “No hay nada exterior a vosotros mismos, debéis considerar las palabras del maestro no como una reprimenda sino
como una sencilla verdad, que obstaculicéis las cosas o no, vienen por ellas
mismas”.
Las palabras del maestro no son reprimendas, no estamos en la
escuela, no tratamos de conformarnos a un modelo, simplemente el maestro nos
dice: por favor despiértate, abre los ojos, deja de identificarte con lo que no
eres tú mismo, deja de identificarte con tus fantasmas.
De ahí Dogen nos dice: “Cuando
centenares de miríadas de cosas aparecen, no les pongáis obstáculos, no os
agitéis”. Y precisa una verdad muy simple “que les pongáis obstáculos o no, las cosas llegan”.
El hombre de la via no se mezcla con el mundo de las
apariencias, deja que lleguen, deja que vengan los fenómenos tanto sean
exteriores como interiores. Los fenómenos son los fenómenos, son como un
remolino sin fin. Es el mundo de las apariencias. El hombre de la vía entra
profundamente en sí mismo y encuentra la dimensión de él mismo que es la de la
vida universal antes de los pensamientos, antes del nacimiento y después de la
muerte. La vida universal sin ego, sin
principio ni fin, que es nuestra verdadera naturaleza, que no es tributaria de
los fenómenos, de las ilusiones.
Ni elección ni rechazo
dice el Shin jin mei, simplemente
observar y dejar pasar, sin identificación, sin apropiación. Volver a la fuente
de nuestra naturaleza original, sin cálculo, sin miedo.
MONDO
Pregunta: Quisiera agradecerle la respuesta a
la pregunta que me dio ayer. Ha sido muy aclaradora. Es como usted dice, cuando
algo llega se deja pasar y después aparece otra cosa que también hay que dejar
pasar, dejar pasar. Espero tener fuerzas para dejar que las cosas lleguen y las
cosas pasen. Gracias.
Respuesta: Hay que precisar, hay que añadir
que uno no debe contar con su fuerza personal. Espero que tengas fuerzas pero
uno no puede hacer nada con su propia fuerza personal. Es la parte más
femenina, podríamos decir de la enseñanza del zen. Dogen hablaba del espíritu
de la abuela, el maestro Deshimaru hablaba a veces de su propia madre, y de la
fe popular del budismo japonés, el budismo de la tierra pura. La enseñanza se
resume en “remitirse a la fuerza de otros,
no contar con las propias fuerzas”.
En zazen no eres tú la que cuenta consigo misma. Sera zazen
el que hará por ti. Más que una cuestión de fuerzas es una cuestión de fe. Hay
que tener fe en zazen, fe y confianza. Incluso cuando eso va mal, incluso
cuando uno está sumergido en las dudas, uno debe continuar, es todo cuanto
podemos hacer. Y zazen hace el trabajo, no tú.
Pregunta: Es una pregunta que no está en
relación con la práctica de zazen pero si es una cuestión que tiene que ver con
la práctica del zen en Europa. Tras la muerte del maestro Deshimaru y de otros
maestros que han venido, el zen ha tenido un desarrollo y me gustaría saber
cuál es su opinión en relación con este desarrollo y más concretamente con las
diferencias entre monjes que siguen cada vez más la línea marcadas por la
escuela japonesa, la Sotoshu, y otros que no estamos de acuerdo con esa línea.
Respuesta: La primera cosa que quiero decir es
que yo personalmente, y no soy el único, he estado muy impresionado de la
manera como el Maestro Deshimaru ha acabado y completado su misión. Ha dado
toda su energía, toda su vida, para fundar una sangha, para crear el templo de la Gendronnière y no ha dado la
transmisión a ningún discípulo. Nos decía que no estábamos suficientemente
maduros. Dio toda su energía hasta su muerte y en el momento de morir, se fue.
Cayó en coma en el avión y murió a su llegada a Japón. Y no se preocupó para
nada de su sucesión, el hizo lo que tenía que hacer hasta el último minuto,
después partió y murió.
Yo creo que no hay que olvidar esto. Es una actitud de total
confianza. Deshimaru sembró la semilla del verdadero zen. Sembró la semilla de
su maestro Kodo Sawaki y de su propia experiencia. Después, tras su muerte,
ocurrieron un montón de fenómenos, fenómenos de poder no muy bonitos, de
ambiciones que no tenían nada que ver con las enseñanzas de maestro Deshimaru.
Pero pienso que hay que relativizar todo esto, que no hay que darle excesiva
importancia.
El zen verdadero, el zen auténtico está sólidamente
implantado en occidente y se desarrollara en el futuro. Por el momento el zen
japonés, clerical, formalista, ocupa casi todo el espacio, pero creo que esto
no va a durar. Su influencia parece enorme en una escala de 20 o 30 años, pero
las cosas van a reequilibrarse. Ellos continuaran existiendo, tienen derecho a
existir, es una posibilidad, pero nosotros también. Las personas que buscamos
un zen más esencial, fundamental, también vamos a seguir existiendo. Pienso que
debemos aprender a reencontrarnos, a practicar juntos, a hacer intercambios
para reforzarnos, evitando en la medida de lo posible las ambiciones políticas
y los conflictos, como lo hacéis muy bien en los dojos de España que conozco,
en el dojo de Sevilla. Creo que tenemos que continuar esta dirección, tratando
de ampliar esta sangha que por el momento no tiene forma pero que encontrara
alguna forma.
4º ZAZEN
No hay nada exterior a vosotros. Debéis considerar las
palabras del maestro no como una lección, sino como la sencilla verdad. “Que pongáis obstáculos a las cosas o no,
llegan por ellas mismas”.
Tenemos la costumbre de atrapar el mundo a través de los
órganos de nuestros sentidos, la vista, el tacto, el oído, el olfato, el gusto.
Y por nuestras categorías mentales. En la psicología budista el mental es un
sentido como los otros. Así vemos todo según los términos interior- exterior,
yo - los otros, antes- después. Y consideramos esa forma de ver, de aprehender
el mundo como la misma realidad.
A través de la postura de zazen, de la práctica de la via,
podemos experimentar la unidad fundamental, primordial, de antes de la
separación, de antes de las categorías mentales.
Que pongáis obstáculos
o no, las cosas vienen por ellas mismas. No merece la pena interferir.
El cuerpo derecho, la
mente brillante.
El zafu bajo el cielo
vacio.
Es un poema de Nyojo.
“Nuestro yo verdadero
es el universo entero, pero sólo Buda lo sabe”.
Es algo que no podemos asir, es sencillamente algo que
podemos dejar ser. Algo que nosotros podemos consentir, dejando de alimentar
nuestras ilusiones. De hecho no somos nada importantes, nuestro satori,
nuestras ilusiones no tienen ninguna importancia.
Lo mejor que podemos hacer es soltarnos a nosotros mismos.
Desprendernos de nosotros mismos, y eso no podemos hacerlo con nuestra
voluntad, con nuestra mente, no podemos hacer la respiración. El mejor medio de
soltar presa es respirar bien y para respirar bien hace falta que la postura
sea exacta.
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